sábado, 30 de octubre de 2010

HÉCTOR J. FREIRE (BUENOS AIRES,1953)



Ofertorio



La hoja de papel donde escribo este poema
es una blanca mujer que me lee el pensamiento.

En su espalda desnuda el cuerpo que grabo
se convierte en pensamiento insensible.
Tan solo un pequeño gesto
intentando ser.

Y,con todo,ese cuerpo es un lugar
donde nada muere:
tanto silencio resucitado
tanto tambor interior de palabras.
Sobre tu cuerpo muere el tiempo
y nace el deseo nunca serenado
de horizontes.
Tu cuerpo me envía la noche
cada día.



Más allá ( es de suponerse)



Sobre la vasta ausencia del mar,
el vaivén de una larga retórica de barcas sin velas
y el incesante viento que traza su círculo negro
alrededor de la bahía obediente.

Mientras,en ese instante
desde una ventana de hotel igual a tantas,
el animal doméstico de un hombre igual a tantos
recordará que navegar es necesario
y que desde la ventana todo es aburrido.

En días como éste,algún turista suele desaparecer para
            siempre
sin motivo "razonable".

..."en la ventana,unas grandes letras decían algo al revés"



"No Euclideano"


Incomprensible de vértigo
sólo un error de cálculo
o un imán de silencio
justifica su geometría.

Los círculos concéntricos de la mosca
sobre el olor inmóvil del jazmín
son un abismo lleno de luz y olvido.


de Motivos en color de perecer,Alción Editora,Córdoba,2003

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