viernes, 8 de julio de 2011

MERCEDES ROFFÉ ( BUENOS AIRES,1954 )




II.

Hay maldad
            Residamos al borde de la noche
Hay corrupción y mentira
            Residamos al borde de la noche
Hay mezquindad, malicia, engaño, alevosía
            Residamos a la vera del día
Hay pobreza y dolor
            Residamos a la vera del día


Residamos la noche a la vera de la noche
Residamos la noche en el seno urgente del día


Hay mal, hay fraude, hay sombra
Moremos
            en el estallido del día
Moremos
            en el seno de la noche
            en el fétido seno del mal     contra el mal



III.

No hay distancia
la distancia es fuego
No hay distancia
la distancia es humo y cenizas
la distancia es espejo
es la tierra que pisas
la distancia es mi rostro en el espejo
tus pasos sobre tus pasos
sus cenizas sobre tus cenizas


No hay distancia
Soy ella
soy la insomne
            la reeencontrada maltratada en el desierto
soy sus ojos
soy su espejo
soy su distancia de mí y de sí misma


No hay distancia, hay ceguera
No hay distancia, hay reencuentro
No hay distancia, hay distintos colores de desiertos
mares               de distintos colores
hierba              cielo                 noche
del color distante del tiempo


No hay distancia, hay colores
hay desiertos


Hay casas y hay escombros
hay casas allanadas y casas demolidas
hay tiendas, hay iglús, hay tepes
hay lofts hay búnkers hay palacios
hay ranchos hay taperas hay ramallah hay veneno hay títeres hay soplones
hay las siete ciudades de oro y el oro de los incas
oro en polvo    oro negro         oro
por aquellos que somos y no somos
oremos
digamos la oración, la palabra que falta
la cifra el número         la clave
residamos la noche en la pura presencia

porque sentir es más que ver y más aun es fundirse


hay que volver
hay que volver atrás
hay que volver atrás hacia delante
hay de desovillar la madeja del tiempo
hay que volver al futuro
hay que volver a la masa azul noche estrellada
donde éramos luz
minúsculas partículas de luz dispersa
en el seno de la noche
hay que volver
hay que desovillar la trama de esta noche
Disolvamos la noche
Respiremos
Un soplo
Insuflemos de luz la noche        de aire
Insuflemos la noche de noche verdadera


No pasarán
No pasará esta noche
No pasará esta noche por el ojo de la aguja
No pasarán
los títeres los embalsamadores los escupidores
escupitajos esquirlas
de podredumbre
No pasarán
roña y sudor
armado
hasta los dientes

fauces
ratas
despojos portadores de despojo
infección portadora de infección


Cuzco              Tibet                Bagdad


Y esto caducará también.
No el mal. No el mal.
Sólo los nombres.


de Las linternas flotantes,Ediciones Bajo la Luna,Buenos Aires,2009

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