lunes, 30 de septiembre de 2013

CEFERINO LISBOA (CÓRDOBA, 1971 )





 DOS POEMAS INÉDITOS


 

Si ustedes me preguntan

No es que haya pedido explicaciones

eso lo dejo para cuando la distancia
sea un problema solo físico
y no una conjetura del tiempo.

El trabajo es una compañía
la forma que uno encuentra para fijar otros movimientos

esa cadencia que se encuentra
en las formas más perdurables
del vino o la amistad
y que nada dicen más allá de ellas misma
y sin embargo
a poco de andar entregan una dimensión
una razón ensimismada
y peligrosa
que podríamos definir como belleza.
Si ustedes me preguntan
A eso me dedico
a transigir
a especular
a cambiar gato por liebre.



Ahí va

Se esperó de mí que fuera discreto hasta el encanto
que acumulara experiencia
devenida en objetos 
que musitara frases
o aplique la cortesía allí
donde la utilidad personal
es una recompensa
que adjudique palabras
y que luego las reclame o desoiga
que mutile una idea de mí
por una general o subalterna
que acopiara silencio
o mida el tiempo
desde una esquina cualquiera
pero vivo en la argentina
y crezco sobre algunos hombros.
¿Se entiende?





domingo, 29 de septiembre de 2013

FABRICIO DEVALIS (JAMES CRAIK,1971)





DESESPERACIÓN




Todos llaman a los ciegos
a la hora de la oscuridad.










del libro Anatomía,Ediciones Pan Comido /Editorial Gráfica 29 de mayo - Córdoba-2013

MARCELO DUGHETTI (VILLA MARÍA,CÓRDOBA, 1970)



- niña
camina por el puente azucarado de nieve
y abre tus ojos al caballo que te he traído


- es un caballo muerto, papá


¿no ves los gusanos?


los huesos que se adivinan ya entre la carne
los ojos amarillos
el temblor en su paso
de máquina perdida



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comer a mi hijo
para que no lo devoren los lobos

comer a los lobos
para que no los devoren mis hijos

comer después mi propio caballo
mi caballo muerto
a grandes bocados
escupiendo la crin marchita
para que no lo devore la muerte


y al sol para que no lo devore el tiempo

y al tiempo para que no lo devore dios

y a dios para que no lo devoren los hombres

y a los hombres para que no devoren a mis hijos

ya mis hijos para que no los devoren los lobos

y a los lobos

                        y a los lobos

                                                y a los lobos.



de Sioux, Ediciones Pan Comido / Editorial Gráfica 29 de mayo, Córdoba, 2013

domingo, 15 de septiembre de 2013

ANA TERESA FABANI ( ENTRE RÍOS 1922 - 1949)

I

La tristeza de estar no es la tristeza
que se llora en la lágrima del llanto.
en esa soledad que duele tanto,
es esa soledad, es sólo ésa

quieta manera de mirar la brisa
cómo pasa y se vuelve,de oír el canto
del pájaro y del agua y de la risa,
y no poder cantar, tener un manto

delante de la voz y la mirada ;
tener esta tristeza trastornada
adentro de mi ser, y sufrir tanto...

II

Sensación de tenerme y no tenerme,
apenas sueño acaso no olvidado
y aún esta ansia de ser, enamorado
vaivén, que nunca ha de traerme.

Esta manera de vivir sin paso,
de viento que pasó, de mero acaso,
de soledad pequeña y extendida
sobre el ángulo roto de la vida.

III

Nada se detendrá sobre mi hastío,
ni el pájaro que canta ni la rama,
ni la mano o la sien,sólo este mío
corazón que ni nombra ni se llama.

Sólo la soledad,muerte apagada
desde el pino y el alba acompañada.
Sólo la soledad y acaso eso
que permanece siempre y es la nada.
Sólo la soledad, constante peso
sobre mi corazón, iluminada.


de Nada tienen nombre y otros poemas,Editorial de Entre Ríos,Colección Homenajes,1999, Paraná,Pcia de Entre Ríos

MARCELO MASOLA ( CÓRDOBA, 1915 - 1984 )



ELEGÍA


Participar de la luz
en plena corrupción del día
aquí
donde el persistente preludio
del presente
depura y disipa
su credo crepuscular
aquí
donde el fulgente fantasma
del futuro
delata y depone
su acre aparición
aquí
donde la ficción y la verdad
transforman al hombre
y su existencia
trastornan la expresión
y su sentido
aquí                     todo
naufraga en el prestigio
de un perpetuo advenimiento
semejante a tanto destino
oculto                         allá
entre inaccesibles nubes
en inalcanzables vientos.


de El huésped, Alción Editora,Córdoba,1983

sábado, 14 de septiembre de 2013

MARÍA ADELA DOMÍNGUEZ (CÓRDOBA, 1907 - 1963)



ALFABETO DE LA NOCHE Y LA LLUVIA



1


Desciende la noche con su alfabeto oscuro, con la niebla
         fingida de sus costas lejanas,
con el otoño y sus grises cristales en la manos.

Desciende la noche sobre un secreto hálito,
sobre una arteria pálida de alargada simiente
con toda su sal de lágrimas
y la triste piedad de sus diluidas ramas.

Desciende en esta hora con su llamado ceniciento,
abriendo su portal de silencio a la plena caída del día
- ahora tan distante -

Desciende sobre el indefenso espacio de las sombras,
sobre las venas inmóviles del musgo
y sus ruinas de luz sobre las hierbas.

Desciende también a través de la infancia,
sobre un perfil confuso
a morar sobre distraídas ciudades
con su vaporosa vigilia sin memoria
- esa pausa celeste de ráfagas lloradas -
que sus manos trascienden del olvido.

Desciende la noche.

Desciende sí sobre el enjuto rostro de tiernos ventanales,
con su leve sudario de tinieblas y sus pavorosos jardines.

Desciende por la huella innumerable,corporalmente huída,
con sus amargos dioses
y sus disueltos arcángeles de espanto.

Desciende también sobre el aire denso o la humedad
        mortuoria
desciende a la llanura de la sangre son su fábula de místicas
             alturas,
desciende hasta mi tacto con su lápida de polvo callado.

Desciende la noche.

Desciende la noche hasta mis ojos con su faz incorpórea
y sus frutos de pulpa siniestra,
desciende hasta mis manos con su claustro de estrellas,
desciende con sus ramos de mármol en los patios,
desciende velar el solitario margen de las cosas
- la silenciosa hiedra que por los muerto crece -


2


¿Qué garganta de luz la atrae en esta hora?
¿Qué dolorido pájaro presagia su aventura terrestre?
¿Qué sideral contacto la estremeces?

Vuelve en despojo húmedo con su equilibrio abstracto sobre
el agua.
Vuelve a la tierra.

Vuelve a la tierra por la incorpórea lava de sus lágrimas,
vuelve callada con su secreto palio de cristales.

El vaho de mortales raíces asciende ahora
- tristemente -
por su mejilla móvil,por su mejilla de lluvia,
resbala por los grifos callados de sus venas,
por los martirizados huesos de su vital lenguaje.

Vuelve a la tierra.

Vuelve a sus dóciles poros,
a su crecer incesante,
con su perdida rebelión de légamos,
vuelve con sus sordos despojos a herir el cansancio de las
            piedras,
vuelve con su divisa momentánea,
con su aterido líquido desplegado en el césped,
vuelve a llamar con su acento musical en los tejados,
vuelve con su invernal sonido a caer dócilmente por los
             muros.

Su caudal apagado,sus jóvenes espumas de fresca geografía,
su tiempo exasperado - sin orillas -
su derredor de ciénagas celestes!





Flota ahora con su música de nube deshojada,esparciendo
          lentamente las semillas de grises vestiduras
flota ahora otorgando su brote mineral sobre las piedras,
su vaporoso polen desvelado,
su túnica suspensa,
sus mejillas,de pronto,pulidas por el viento.

Baja agitando los rastros de inmóviles raíces.

Baja la lluvia.

Baja con sus clarificados espectros.
Baja hasta los pálidos caminos de la noche.


de Ritual de la ceniza,Ediciones Letras y Biblioteca de Córdoba,Córdoba,2010.




EMILIO SOSA LÓPEZ (CÓRDOBA, 1921 - 1992)



ESE PRIMER GOLPE DE CÍMBALO DEL OTOÑO


Llegará el otoño y uno volverá a pensar en una playa desierta
donde apenas se oye el mar.
                                                La arena es siempre una abstracción
y allí no rumorean las olas,salvo en la imaginación;
las nieblas huyen hacia el horizonte
y el espacio se vuelve mental con sólo tocarnos la frente.
Desconcierta nuestra habitación que vaga por diversos países.
Afuera las hojas amarillean y caen, y nadie sabe ya
qué fecha es. Los ámbitos están llenos de ladridos

y hay muchos perros ateridos que ambulan desde siglos.
Uno piensa que un viento helado los barrerá para siempre.Sabrán
de ese modo cuan lentamente se ingresa a un tiempo fantasmal.
Las calles lindan al final, entre molduras calizas,
con un desfiladero misterioso.es el momento en que pensamos en una 
           playa
de la que está ausente el mar.
                                                 La soledad agobia al sentirnos
lejos de alguien.Y es comprensible que nadie entienda el mundo en que
vive.
Entonces me digo que todo se acerca a un irremediable

fin.De esto los perros son  verdaderos filósofos.Lo anuncia
el otoño que retorna con su viejo álbum de láminas gastadas.
¿Quién lo dejó olvidado en un estante al mudarse?
Quizá tu rostro se haya borrado como una tormenta lejana.
¿O alguien aún aguarda por ti en una postal?
¿Volveremos a reír sentados los dos en una taberna
de Burlington, y hojas sin claridad que comenzaban a dorarse?
La verdad era que no queríamos ver lo que había detrás.
Tan familiar resultaba la luz como los automóviles que pasaban
por el camino; la brisa chirriaba bajo los neumáticos
como una música apagada.Pero la memoria ha ido endureciendo
los árboles como piedras. Mejor dicho, lo ha transparentado todo.
Sólo queda al fondo una playa imaginaria
                                     con nieblas de plomo
o planchas de cinc que se quiebran entre rayos. Un viento terrible
parece adentrase en la espesura del cielo
sin que nos alcance su estruendo.
Con esas ráfagas que hieren,en medio de un follaje

de hierro,el día cobra un sorprendente poder sobre el mundo.
Y no hay refugio adonde llevar tu muerte.
                                     Ninguna escritura
podrá contener lo que por sí se destruye.Los rastros que quedan
son de otra realidad que apenas puedes entrever.
La arena misma no soporta trazos,es materia de sueños.
por ello la carta que ahora quisiera escribirte tiene la desolación
de los médanos.Y el día es tan azul como blanco
y gris el mar contra lo negro que nos desdibuja.
Así es como se borra tu recuerdo dentro de mí, pues escribir es como
caminar
en una playa floja, remontado el rumor de olas y voces entremezcladas
y vientos que aullan más allá de toda distancia.
Por eso es el silencio - que nunca se lo puede oír del todo.
Y ahora que hablo de sueños pienso en calles que no se sienten al andar,
paredes o umbrales inconsistentes como el humo,
o sillas que no parecen tener ningún peso. No obstante
el mismo sol brilla en las ventanas. De repente tu rostro
se vuelve hacia lo oscuro para no mirar.

Es que nuestro mundo es muy extraño en su oculto terror.



UNA PLAYA SEMBRADA DE MADEROS



Quien entrevé un vacío en las cosas debe trazarse un camino.

Lo que quiero decir es que la oscuridad es blanca.

Lo curioso es que haya un color que no tiene nombre.

Es como la suma de pequeños fragmentos aparentemente dispersos.

Una playa sembrada de maderos.

Y no podemos ya pensar.

Lo que vemos es un espectáculo que no sucede en ninguna parte y sin embargo sustituye al mundo.




de Poesía Reunida, Ediciones Letras y Bibliotecas de Córdoba - Córdoba - 2010